El expresidente brasileño enfrenta cargos por malversación de fondos y apropiación indebida de joyas recibidas durante su mandato, en un caso que también involucra a otros exfuncionarios y familiares.
El expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ha sido formalmente acusado por la Policía Federal de malversación de fondos, tras apropiarse de joyas recibidas durante su tiempo como mandatario. Entre estos regalos se encuentran lujosos artículos entregados por el gobierno de Arabia Saudí, según informaron dos fuentes policiales.
Este es el segundo caso judicial en el que Bolsonaro está implicado este año. En marzo, se le imputaron cargos por falsificación de registros de vacunación contra la COVID-19. Las joyas, valoradas en 3,2 millones de dólares y fabricadas en parte por la casa suiza Chopard, incluyen un collar de diamantes, un anillo, un reloj y unos pendientes, y fueron obsequiadas tanto a Bolsonaro como a su esposa, Michelle Bolsonaro.
Parte de estas joyas fueron incautadas en octubre de 2021 en el aeropuerto internacional de Sao Paulo, al ser descubiertas en la mochila de un asistente gubernamental que regresaba de Riad. Según una fuente anónima, la policía acusa a Bolsonaro de lavado de dinero, asociación ilícita y malversación de fondos. El abogado del expresidente no ha respondido a las solicitudes de comentarios, aunque anteriormente la defensa había negado cualquier irregularidad.
Flavio Bolsonaro, hijo del expresidente y senador, afirmó en redes sociales que su padre está siendo “perseguido”. La investigación, autorizada por el ministro del Supremo Tribunal Federal, Alexandre de Moraes, también llevó a la policía a registrar los domicilios de militares vinculados a la supuesta venta de algunas joyas en Estados Unidos, una operación no declarada según el juez Moraes.
El jueves también fueron formalmente acusados el exministro de Minas y Energía, Bento Albuquerque, su asistente, el exayudante de Bolsonaro, Mauro Cid, su abogado Frederick Wassef, y su portavoz Fabio Wajngarten. Wajngarten calificó la acusación como “arbitraria, injusta y persecutoria”, mientras que el abogado de Cid destacó la cooperación de su cliente con las autoridades. Wassef, por su parte, aseguró que compró un reloj con su propio dinero para devolverlo a las autoridades y negó que Cid o Bolsonaro le hubieran instruido para ello.
El sitio web de noticias G1 informó anteriormente sobre la acusación formal contra Bolsonaro. Ahora, el fiscal general de Brasil deberá decidir si procede con la acusación, que podría llevar a un juicio si un juez acepta los cargos.