El presidente Javier Milei ataca al Banco Central y critica a los políticos, mientras entretiene con imitaciones y comentarios irónicos. Habla de su plan económico y promete cambios drásticos.
En la gala anual de la Fundación Libertad, el presidente de la Nación, Javier Milei, ofreció un discurso con su característico tono “anti casta”, donde afirmó que los políticos son “peores que el ser humano promedio”. El evento contó con la presencia de destacadas figuras políticas como Mauricio Macri, Luis Lacalle Pou y José María Aznar, entre otros.
Milei inició su intervención elogiando a Federico Sturzzenegger, a quien describió como un “coloso”, y reconoció el trabajo de Luis Caputo y Santiago Bausili. Sin embargo, rápidamente cambió de tono para arremeter contra el Banco Central, al que calificó de “institución nefasta” y reiteró su intención de eliminarlo por completo.
El presidente aprovechó la oportunidad para criticar a los senadores que aumentaron sus sueldos recientemente, y sugirió que muchas de sus decisiones estaban impulsadas por intereses personales. “Fíjense lo que pasa cuando se ponen a dieta… hay algunas dietas que son un poquito más complicadas, sobre todo las del gasto público”, comentó Milei, provocando risas y aplausos del público.
En otro momento de su discurso, Milei apuntó contra sus críticos y se burló de las afirmaciones de que no sería posible alcanzar el equilibrio fiscal en 2024. Recordó que en enero se logró el equilibrio financiero y cuestionó a quienes dudaron de sus políticas económicas. “En lugar de reconocer que le pifiaron, dijeron ‘es muy poquito de motosierra y es mucha licuadora’”, dijo con ironía.
El presidente también realizó imitaciones para ridiculizar a Axel Kicillof y Carlos Melconian, quienes habían criticado sus propuestas. A Kicillof lo llamó “el soviético” y a Melconian lo parodió recordando sus objeciones sobre la dolarización. “Si había uno que decía ´no podés dolarizar, si no hay fideos y no hay tuco´”, comentó en tono burlón.
En cuanto al futuro inmediato, Milei pronosticó un rebote económico y lanzó advertencias a sus opositores, sugiriendo que algunos utilizan “causas nobles” para desestabilizar al gobierno. Concluyó su discurso con un mensaje desafiante: “A pesar de la política, lo vamos a lograr. Viva la libertad carajo”. Al terminar, bajó del estrado y se dirigió a la mesa de Mauricio Macri para abrazarlo y saludar a otros asistentes.