La sesión inició con enfrentamientos verbales entre legisladores por el formato del tratamiento, aunque ya había sido acordado por mayoría.
La discusión por la nueva Ley de Bases en la Cámara de Diputados comenzó con un alto nivel de tensión. Minutos después de iniciada la sesión, a las 12:20, se produjeron fuertes enfrentamientos verbales entre diputados del oficialismo y la oposición.
El motivo del conflicto fue el formato del debate, el cual se acordó previamente en Labor Parlamentaria para evitar cuartos intermedios y tratar la ley por capítulos en lugar de hacerlo artículo por artículo.
Los gritos se hicieron oír en el recinto mientras el legislador radical Rodrigo De Loredo hablaba. Desde las bancas, se escucharon términos como “ridícula” y “calmate”, y hubo insinuaciones de que algunos legisladores estaban fuera de control. Una diputada incluso sugirió darle un “rivotril” a su colega Ana Carolina Gaillard para calmarla.
La crítica por el formato de la sesión fue dirigida al presidente de la Cámara Baja, Martín Menem. La legisladora del Frente de Todos, Ana Carolina Gaillard, junto con Agustina Propato y Germán Martínez, del mismo bloque, expresaron su descontento con la manera en la que se estaba llevando a cabo el debate. “Entiendo el apuro y que le quieren dar celeridad al trámite, pero ante el solo pedido de un diputado el reglamento habilita que se debata artículo por artículo”, señaló Gaillard.
El oficialismo busca aprobar el proyecto de ley de Bases y un paquete fiscal que acompaña la iniciativa. Ambas propuestas obtuvieron dictamen favorable en comisión la semana pasada y cuentan con respaldo suficiente para avanzar hacia el Senado. No obstante, el inicio de la sesión demostró que el consenso podría ser un desafío.
El contenido de la ley incluye cambios en varias áreas. En el ámbito laboral, se introducen modificaciones al período de prueba y la opción de un fondo de cese laboral como alternativa a las indemnizaciones. El paquete fiscal contiene novedades en materia impositiva, con una amplia moratoria y un nuevo blanqueo de capitales, entre otros aspectos.
Uno de los puntos clave es la derogación de la moratoria previsional y la creación de una nueva figura para personas de 65 años que no alcanzaron los 30 años de aportes requeridos para jubilarse.
Se espera que el proyecto, tras las modificaciones y consensos logrados en las comisiones, avance hacia su aprobación, pero el clima tenso en el inicio del debate deja entrever que el proceso no será fácil.